Los problemas de Android en tablets
Interfaz ineficaz
Lo peor es que la unificación de las experiencias de tablet y móvil ha provocado que las pantallas grandes salgan perjudicadas. En Android 3.0 Honeycomb una barra inferior única concentraba botones virtuales y notificaciones, pero luego se separaron. Y Android 5.0 Lollipop ha empeorado aun más todo: antes podíamos sacar la barra de notificaciones o los ajustes rápidos dependiendo la parte de la pantalla desde la que deslizáramos, pero ahora los dos menús se han unido, perjudicando a la usabilidad.
Por último, en Windows 8 tenemos una característica tan útil como mostrar dos apps a la vez en pantalla. Samsung la ofrece en sus tablets Android de forma bastante limitada, y se comenta que Apple va “tomar prestada” la idea. Sin duda, esta prestación no estaría de más en Android stock.
Falta de aplicaciones
Vale, podríamos pensar que la culpa de esto no es de Google, que sí que adapta sus aplicaciones al tamaño de las tablets. Pero que en el iPad existan cientos de miles de apps optimizadas para pantallas grandes y que en Android resulten bastante raras demuestra que Google tiene que esforzarse mucho más en este tema.
Muchas apps para tablets Android son una burda ampliación de las de móviles. Un sistema operativo es tan bueno como lo son sus apps, y la plataforma del robot verde tiene mucho que mejorar en este tema. Google debe incentivar que se creen apps pensadas para pantallas de más de 6 pulgadas, y el primer paso sería mejorar la interfaz de su sistema operativo para dejar clara su apuesta por las tablets.
Requisitos mínimos
La verdad es que algunas tablets Android me parecen una vergüenza, con pantallas de resoluciones ridículas, procesadores muy flojos y versiones del sistema operativo completamente obsoletas. Los precios son bajos, claro, pero el resultado suele resumirse en un usuario insatisfecho que deja de usar su dispositivo por la mala experiencia que le ofrece. Obviamente, con los iPad esto no pasa: son caros, pero su calidad está fuera de toda duda. Hasta hace bien poco los dispositivos con Windows 8 ofrecían unas especificaciones que a veces resultaban justas, pero siempre eran decentes. En un intento por robar cuota de mercado a Android, aspectos como la resolución de pantalla se llegan a rebajar excesivamente en los últimos meses.
Hace poco comentamos que el smartphone se había democratizado y que se venden interesantes modelos por 200 euros. Pero con las tabletas no pasa lo mismo. No sé si Google debe trabajar con los fabricantes para que eleven las prestaciones de las tablets o intentar educar a sus usuarios para que distingan los productos aceptables de aquellos muy deficientes. Lo que tengo claro es que las tablets de 50 euros no benefician al ecosistema Android, y me atrevería a afirmar que tampoco a los consumidores.
Las cosas que se han mejorado
No podemos negar que algunos avances sí se han realizado. Por ejemplo, la Google Nexus 9 representa una apuesta por el formato 4:3 frente al más panorámico 16:10. Muchos piensan que una pantalla más cuadrada es mejor para una tablet. Se puede discutir, pero lo que considero innegable es que no tiene sentido que haya tan pocos dispositivos con una relación de aspecto 4:3 en un ecosistema así de variado. Google ha dado un inteligente primer paso, esperemos que cunda el ejemplo.
Por otro lado, hace un par de versiones que se añadió un modo de pantalla completa a Android, que se utiliza fundamentalmente en juegos. No se trata de una solución al problema del desaprovechamiento del espacio que causa la interfaz, pero al menos permite ver vídeo y jugar a pantalla completa, algo que me parece absolutamente necesario y que nunca debió de haberse dejado de lado.
¿Qué debe hacer Google?
Estaría muy bien una nueva versión del sistema operativo pensada especialmente para tablets, al estilo de Android 3.0 Honeycomb. No sólo para arreglar los problemas de la interfaz (que requerirán cambios importantes) o agregar la posibilidad de usar dos apps a la vez en pantalla, sino para demostrar a los desarrolladores que Google apuesta fuerte por las tablets, de forma que se animen a crear apps adaptadas.
Por otro lado, una nueva Google Nexus me parece muy necesaria para poner orden en el pobre mercado de tablets actual. Puede que un Google Nexus 6 caro tenga sentido cuando existen buenos móviles a coste bajo en las tiendas, pero el caso de las tabletas es distinto. Con tantos modelos baratos de prestaciones insuficientes, sería útil que un dispositivo estrella subiera el nivel, ofreciendo prestaciones decentes, buen software y un precio ajustado. No se trata del caso de la Google Nexus 9, que no sólo es muy cara, sino que resulta bastante mediocre.
Así que está claro que Google tiene por delante un gran reto, sólo podemos desear que se esfuerce en este tema, y que durante 2015 la empresa ponga las bases para que Android se enfrente en igualdad de condiciones a iOS y a Windows 8.
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